Tanto vestuario extravagante y zapatos imposibles son espectaculares para los conciertos pero poco útiles y peligrosos para el día a día.
Lady Gaga ya tuvo un susto en un avión hace unos meses por culpa de su traje asfixiantes y hace unos días volvió a sufrir un accidente. Pero esta vez los culpables del susto fueron las botas de Lady Gaga. Bueno, más bien deberíamos llamarlos andamios kilométricos...
Total, que la cantante besó el suelo del aeropuerto de Londres por culpa de su insistente manía de lucir vestuarios imposibles solo aptos para posar en concierto y no para llevar en el día a día.
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